1.- Valoramos los aspectos
"positivos" donde se intenta visibilizar una realidad muy presente en
nuestra sociedad en su estado de precariedad hoy ante su no regulación y
marginalidad.
2.- El reportaje confirma
expresamente que el trabajo sexual no es
un delito en Chile. Por tanto, por ejemplo, la policía sólo puede ejercer
control de identidad y verificación de domicilio; además de clausurar
departamentos donde se ejerce. No pueden reprimir ejercicio callejero por ser
tal.
3.- De las autoridades
entrevistadas, todos (salvo diputado RN Fuenzalida, que no da otra opción)
coinciden en necesidad de regular el Trabajo sexual en Chile.
4.- El "Barrio rojo" es
una opción legal y posible, pero no necesariamente la única ni la solución
definitiva.
5.- El reportaje nos indica que
hay una falta de voluntad de las autoridades y no de imposibilidad para regular
el trabajo sexual.
No obstante, pese a estos
aspectos denunciamos que dicho reportaje además:
* Confunde y mezcla la
delincuencia con las Trabajadoras Sexuales, algo que solo está basado en
prejuicios, ya que nuestras compañeras ejercen una labor como cualquier otra y
necesita ser regulada.
* Se ve una superficialidad y
morbo en forma de mostrar el tema como ha sido la tónica de todos los programas
de reportaje que se refieren al trabajo sexual.
* Pone acento en mostrar
"malestar" de vecinos y no escuchar a las Trabajadoras sexuales
(salvo breve cuña a la compañera Alejandra Soto del Sindicato "Amanda
Jofré", centrada en opción Barrio Rojo).
* Y no hace una diferencia
sustancial ni profunda en la realidad de mujeres trabajadoras sexuales,
travestis y transexuales femeninas.
Por último, señalar que Fundación Margen estará pendiente sobre
estos reportajes que pese al esfuerzo, solo pretenden estigmatizar la labor de
nuestras compañeras, siendo que el trabajo sexual no es una labor penalizada,
pero no hay voluntad de las autoridades por regular su labor. Nosotras
seguiremos luchando por aprobar una ley que permita mayor dignidad a nuestras
compañeras.